Reseña: En llamas

¡Hola, holita churrines!

Título: En llamas

Título original: Catching fire

Autora: Suzanne Collins

Editorial: Molino

ISBN: 978-84-2720-000-5

Año de publicación: 2010

Encuadernación: Tapa blanda con solapas

Número de páginas: 407

Sinopsis

Para todo pronóstico, Katniss ha ganado los Juegos del Hambre. Es un milagro que ella y su compañero del Distrito 12, Peeta Mellark, sigan vivos. Katniss debería sentirse aliviada, incluso contententa, ya que, al fin y al cabo, ha regresado con su familia y su amigo de toda la vida, Gale. Sin embargo,  nada es como a ella le gustaría. Gale guarda las distancias y Peeta le ha dado la espalda por completo. Además, se rumorea que existe una rebelión contra el Capitolio, una rebelión que Katniss y Peeta pueden haber ayudado a encender.

Opinión personal

Sí, ya sabemos que todo el mundo conoce esta maravillosa saga y ha opinado sobre ella. Y como más vale tarde que nunca, aquí estamos. Alice debería haber hecho esta reseña hace muuuucho tiempo, pero como no se decide me he puesto manos a la obra. A ver qué sale...

Después de LosJuegos del Hambre, llega En llamas, la segunda parte de esta archiconocida trilogía, en la que me vuelvo a quitar el sombrero por Collins.

Esta vez, la historia que se cuenta tiene lugar unos meses después de que Katniss y Peeta se proclamaran vencedores de los Juegos del Hambre. El tiempo ha ido pasando, y con él, su fama ha ido creciendo, la fama de los “amantes trágicos” del Distrito 12 los persigue allá donde van. Y donde van es a realizar la gira de la victoria por los doce distritos de Panem, en la que una vez más, tanto Katniss como Peeta tendrán que hacer gala de sus dotes para meterse al público en el bolsillo.

Y es que desde que regresaron al 12 las cosas han cambiado mucho. Ahora nuestros chicos viven en un lugar acomodado, en la Aldea de los Vencedores, un lugar que les recuerda continuamente quiénes son. La situación entre Katniss y Peeta se ha enfriado mucho desde que el chico se sintiera utilizado por “la chica en llamas” y Haymitch para proclamarse vencedores. Por otro lado, Gale está mucho más distante y el corazón de Katniss está más dividido que nunca.

Una noche, mientras acompaño a Gale a su casa, me llega a reconocer:

-Sería mejor si resultara más fácil odiarlo.

-Dímelo a mí –contesto-. Si hubiera podido odiarlo en la arena, ahora no estaríamos todos en este lío. Él habría muerto, y yo sería una vencedora feliz y sola.

-¿Y dónde estaríamos nosotros, Katniss? –me pregunta.

Guardo silencio, sin saber qué responder. ¿Dónde estaría yo con mi supuesto primo, que no sería mi primo de no ser por Peeta? ¿Me habría besado y yo le había devuelto el beso de haber tenido la libertad para hacerlo? En otras circunstancias, ¿me habría abierto a él, tentada por la seguridad del dinero, la comida y la ilusión de estar a salvo por ser una vencedora? Sin embargo, siempre nos acecharía la cosecha, acecharía a nuestros hijos. Daba igual lo que  yo quisiera...

Sus paseos por la Veta le recuerdan que no hay victoria para los participantes de la cosecha, que están condenados de por vida y que no son más que simples marionetas en manos del Capitolio.

Cuando más desesperados se encuentran las noticias de la rebelión llegan como un soplo de aire fresco. Hay que prepararse. Todos dudan, empiezan a hacer planes de dónde deberían ir y qué deberían hacer. Y cuando creen que tienen una salida, el Capitolio y el presidente Snow mueven ficha: ¡Que empiecen los Septuagésimo Quintos Juegos del Hambre!

Y así es como nuestros protagonistas tendrán que hacer frente a nuevos problemas y nuevos desafíos que pondrán sus vidas en peligro una vez más. Todo Panem debe unirse ahora que el deseo de rebelión está en el aire, ahora que la rebelión tiene un líder que los guíe y los lleve hasta la victoria, ahora que la chispa de la esperanza ha saltado. Ya no hay vuelta atrás.

Lo que pasa después no es un accidente, está demasiado bien coordinado para que resulte espontáneo, porque todos lo hacen a la vez. Todas las personas de la plaza se llevan los tres dedos centrales de la mano izquierda a los labios y después los extienden hacia mí. Es la seña del Distrito 12, el último adiós que le di a Rue en la arena.

Si no hubiese hablado con el presidente, aquel gesto me habría hecho llorar. Sin embargo, con su orden de calmar a los distritos todavía fresca, la escena me aterra. ¿Qué pensará de este saludo tan público a la chica que desafió al Capitolio?

Suzanne Collins vuelve a sorprendernos en esta aventura que nos mantendrá sin pestañear hasta el final. La emoción de los Juegos del Hambre vuelve a aparecer, superada con creces por los nuevos acontecimientos. La tensión está asegurada, además de otros muchos sentimientos que iremos descubriendo a lo largo de la lectura, que sin duda, harán mella en el lector.

Los personajes son sublimes, tantos los anteriores, que experimentan una más que notable evolución, como los nuevos, cuyas personalidades endulzan el relato llenándolo de matices y características propias. Un muy buen ejemplo de ellos lo encontramos en los fichajes estrella de Finnick Odair y de Johanna Mason, entre otros.

Y así es como Suzanne Collins vuelve a atrapar al lector, en una historia de amistad, valor, supervivencia y rebelión. ¿Quién no ha leído aún los Juegos del Hambre?

Puntuación

 La puntuación que se merece "En Llamas", la segunda parte de esta fantabulosa trilogía es indiscutible:

Para chuparse los dedos

Espero que si aún no habéis leído Los Juegos del Hambre, os animéis. Es una lectura obligada que no debería faltar en ninguna estantería.

Un besote