Reseña: Harry Potter y la Cámara Secreta

Título: Harry Potter y la cámara secreta

Título original: Harry Potter and the Chamber of Secrets

Autora: J.K. Rowling

Editorial: Salamandra

ISBN: 978-84-9838-267-9

Año de publicación: 1999

Encuadernación: Tapa blanda

Número de páginas: 286

 Tras derrotar una vez más a lord Voldemot, su siniestro enemigo en Harry Potter y la piedra filosofal, Harry espera impaciente en casa de sus insoportables tíos el inicio del segundo curso del Colegio Hogwarts de Magia. Sin embargo, la espera dura poco, pues un elfo aparece en su habitación y le advierte que una amenaza mortal se cierne sobre la escuela. Así pues, Harry no se lo piensa dos veces y, acompañado de Ron, su mejor amigo, se dirige a Hogwarts en un coche volador. Pero ¿puede un aprendiz de mago defender la escuela de los malvados que pretenden destruirla? Sin saber que alguien ha abierto la Cámara de los Secretos, dejando escapar una serie de monstruos peligrosos, Harry y sus amigos Ron y Hermione tendrán que enfrentarse con arañas gigantes, serpientes encantadas, fantasmas enfurecidos, y sobre todo, con la mismísima reencarnación de su más temible adversario.

Hace cosa de dos meses decidí releer la saga que me empujó al mundo de la lectura. Decidí empezar por el segundo libro de la saga, pues el primerio me parecía algo tedioso y bastante introductorio. Decidí pasar directamente a la acción. Y después de muuuucho esperar, por fin tengo un hueco para traer esta reseña.

En Harry Potter y La Cámara Secreta encontramos otra de las aventuras de este joven aprendiz de mago que tiene prendados a todos sus compañeros. Es famoso por el pasado que lleva a cuestas, una carga demasiado pesada para un niño de poco más de doce años, que ha tenido que enfrentarse a la muerte en más de una ocasión.

Harry Potter ha pasado un verano casi mortal en Londres, en la casa que sus tíos tienen en Privet Drive, sin haber podido atesorar hasta la fecha el recuerdo de un verano feliz y emocionante. Parece que su paso por Hogwarts el curso anterior ha sido un sueño. No queda nada que le recuerde a ese maravilloso mundo de magia y seres fantásticos, nada excepto Hedwig, que hace un poco más creíbles sus recuerdos. Sus amigos, Ron y Hermione parecen haberse olvidado de él y de todo lo que vivieron juntos hace apenas unos meses. En su memoria, el recuerdo del enfrentamiento con Voldemort aún sigue fresco, recordándole que no puede bajar la guardia.

Cada día que pasa en casa de sus tíos es un trago más amargo que el anterior. Harry sabe que el inicio de un nuevo curso se acerca, pero desconoce si volverá a Hogwarts porque sus tíos no le están poniendo las cosas fáciles con todo este asunto.

La vida de Harry da un giro importante cuando un día, un elfo llamado Dobby le trae noticias sobre el mundo mágico. Le advierte de un grave peligro y de que no es recomendable que este curso vuelva a Hogwarts. Harry, aterrado por la idea de permanecer una sola semana más allí, se derrumba. Y cuando todo parece perdido para nuestro joven mago, recibe una visita inesperada de ciertos pelirrojos ansiosos de travesuras.

Haciendo oídos sordos a los consejos de Dobby, Harry se dispone a acudir a la escuela un año más, sabiendo que cuenta con la amistad y el apoyo de sus amigos. Harry desconoce si será cosa de la magia, el destino o las fuerzas oscuras, pero lo que sí sabe con seguridad es que parece que llegar a la escuela a tiempo no va a ser nada fácil. Y así es como empiezan las aventuras del joven mago, pasando por coches voladores, árboles que “boxean” y acusaciones nada justas.

Se miraron el uno al otro y rieron. Tardaron mucho en poder parar de reír.

Era como si hubieran entrado en un sueño maravilloso. Aquella, pensó Harry, era seguramente la manera ideal de viajar: pasando copos de nubes que parecían de nieve, en un coche inundado de luz solar cálida y luminosa, con una gran bolsa de caramelos en la guantera e imaginando las caras de envidia que pondrían Fred y George cuando aterrizaran con suavidad en la amplia explanada de césped delante del castillo de Hogwarts.

Harry está feliz, ha regresado a su hogar, ha regresado a Hogwarts. El curso no es como los alumnos esperaban. Pronto empiezan los problemas para el héroe de la historia. Un monstruo aterrador, que sólo Harry puede oír, pulula por el castillo petrificando a los alumnos, y lo que es peor, ansioso de sangre. Harry tendrá que enfrentarse de nuevo a innumerables problemas y a nuevos enemigos que jamás habría podido imaginar.

Los misterios abundan página tras página, escondiendo personajes excelentes. Harry volverá a reencontrarse con sus profesores, algunos muy queridos, y otros no tanto, que no dudarán en juzgar al chico. Así es como Harry tendrá que resolver uno de los misterios más grandes de toda la saga, cargando, además, con las acusaciones que le dedicarán sus compañeros de clase…

[...] Un ruido, como un trueno distante, indicó que la fiesta acababa de terminar. De cada extremo del corredor en que se encontraban, llegaba el sonido de cientos de pies que subían las escaleras y la charla sonora y alegre de gente que había comido bien. Un momento después, los estudiantes irrumpían en el corredor por ambos lados.

La charla, el bullicio y el ruido se apagaron de repente cuando vieron la gata colgada. Harry, Ron y Hermione estaban solos, en medio del corredor, cuando se hizo el silencio entre la masa de estudiantes, que presionaban hacia delante para ver el truculento espectáculo.

Luego, alguien gritó en medio del silencio:

‒¡Temed, enemigos del heredero! ¡Los próximos seréis los sangre sucia!

J.K. Rowling nos sumerge de nuevo en esas situaciones mágicas que atrapan al lector entre los muros de Hogwarts. Igual de mágicos y ricos son sus diálogos, llenos de originalidad y frescura. El ritmo es sencillamente perfecto, los capítulos tienen la extensión adecuada, sin llegar a cansarnos, pero sí dejándonos deseosos de más hechizos y de refrescantes zumos de calabaza. Y todo esto, unido a la pluma de esta gran escritora, da como resultado una combinación terriblemente perfecta.

Una lectura para todas las edades, si bien siempre se ha catalogado dentro de temática juvenil. Volviéndolo a leer he descubierto que no tiene edad, que la magia es para quien la siente, para quien la disfruta, para quien quiere volver a tener once años y para los que esperan impacientes su lechuza. Así que nunca se es demasiado mayor o adulto para leer un buen libro, para soñar con sus historias y para embaucarse con mil y una aventuras. 

La nota de Harry Potter y la Cámara Secreta es: 

Hasta el envoltorio

¡Esto es todo amigos! Un besote