Reseña: Medianoche

¡Hola bloggers!

Título: Medianoche

Título original: Evernight

Autora: Claudia Gray

Editorial: Montena. Colección Ellas

ISBN: 978-84-9908-186-1

Año de publicación: 2008

Encuadernación: Tapa blanda con solapa

Número de páginas: 360

Sinopsis:

Un internado donde nada es lo que parece.

Dos jóvenes atraídos por una fuerza magnética.

Un secreto oscuro y peligroso.

Y una única certeza:

entregarse al amor es jugar con fuego

En Medianoche, un sombrío edificio de estilo gótico, los alumnos son listos, visten con elegancia y están inquietantemente ávidos de toda novedad. Los padres de Bianca han conseguido una plaza como profesores, pero ella es consciente de que no termina de encajar.Cuando conoce a Lucas, un joven de belleza enigmática, Bianca no podrá evitar interesarse por él aunque todo apunte a que debe andarse con cuidado. Y hay secretos que los podrían separar, le dice Lucas, secretos que la harán cuestionarse sus creencias más firmes.

Medianoche es el primero de los libros que le da nombre a la saga, y sí, me enganchó a más no poder. Lo leí hace cosa de dos años, y hoy lo he rescatado después de volverlo a leer hace unos meses para escribir la reseña que ahora mismo estáis leyendo.

Ha recibido muchas críticas, críticas de lo más variado. He leído de todo: unos lo ponen por las nubes, y otros lo dejan a la altura del betún. Antes de nada, tengo que decir una cosa a su favor: he leído muchas veces que es una copia de nuestra amiga Meyer, y aquí es donde yo digo ¿pero copia de qué? Entiendo que hay seguidores de Crepúsculo que matan en el momento en que pones en duda la magnanimidad de la saga, pero una cosa que esté bien, por favor. El único momento en el que puedes decir “esto me huele a copia barata” es al principio del todo, pero ¿y en lo demás? Pues desde mi humilde punto de vista tengo que decir que para nada es un plagio. Vale que la temática es la misma: romántica-juvenil-fantástica, pero ¿cuántos libros hay ahora en el mercado con esas características?

Bueno, y dejando a un lado esta vena crítica que me ha dado esta tarde, empiezo con la reseña en sí.

Bianca Olivier, una chica de dieciséis añitos va a comenzar su nuevo curso escolar lejos de su hogar en Arrowwood. Pero no lo hará en un sitio cualquiera, sino en la enigmática academia Medianoche. “(¡Qué bien, lejos de papá y mamá podré hacer lo que se me antoje!” Pues no niña, no). Y para colmo, Bianca tendrá que asistir a esas estúpidas clases donde ¡sorpresa! sus padres serán sus profesores (entre otros especímenes).

Y justo el mismo día en el que comienzan las clases Bianca dirá: “Oh, oh. Esto va en serio. ¿Sí? Pues yo me largo de aquí” Y sí, nuestra protagonista se hará el petate, y sin pensárselo dos veces decide poner pies en polvorosa. 

Pero adivinad qué: cuando, de madrugada, se escapa de Medianoche alguien empieza a seguirla. Ella, se asusta un poquito (por decirlo de forma sutil)  y echa a correr. Pero el que la está siguiendo es mucho más rápido que ella, y de repente se topa con un atractivo mozo de ojos verdes y cabellos castaños, y musculoso, por supuesto. ¿Su nombre? Lucas, Lucas Ross. Al parecer Bianca encuentra en él un motivo lo suficientemente convincente para quedarse en Medianoche, porque regresa con el rabo entre las piernas para desayunar con papá y mamá.

Y así es como empieza la nueva vida de Bianca. No le gusta Medianoche, no le gusta estar lejos de casa y por supuesto, no le gusta la señora Bethany. ¿Que quién es esa? Pues esa es la directora de la academia, y sí, es de esas  del moño apretado, labios fruncidos y cara de no haber tomado los famosos cereales del anuncio. Y no le pondrá a Bianca las cosas fáciles por tener un poquito de enchufe.

Poco a poco empezará a conocer a sus compañeros, y al parecer no encaja en el mundo del que ellos provienen. Y así es como conoce a la estirada de Patrice y a su inaguantable amiga Courtny.

Y también tendrá el grandísimo placer de conocer a Balthazar, el típico chico enigmático que está que te mueres y que le roba el corazón a más de una. Pero las cosas para Bianca no son como ella esperaba: Lucas pasa un poco-bastante de ella, y claro, la chica ya se quiere morir.

Bueno, pues no sabéis cómo me ha costado no spoilear (los que ya habéis leído este libro sabréis a lo que me refiero…) La narración sigue con la historia de Lucas y Bianca, y con el terrible secreto que esconde la academia Medianoche. (¡Y qué secreto!) Eso es lo que más me gustó del libro, que al principio parece una cosa, y luego resulta ser todo lo contrario…

Bianca encontrará una compañera en Raquel (que no parará de malmeter) , que no me convenció desde el principio, y luego, mis sospechas se confirmaron en el tercer libro de la saga.

‒Nadie piensa que va a ocurrir algo malo hasta que ocurre. Además, no paraba de decirte que la gente de aquí daba asco y que no debías intimar ni con tu compañera de cuarto ni con nadie, ¿no es así?

‒Bueno… Sí, pero…

‒Pero nada. Luchas ha estado intentando aislarte de todo el mundo para poder tener más poder sobre ti. ‒Raquel sacudió la cabeza‒. Estás mejor sin él.

Yo sabía que se equivocaba respecto a Lucas, pero también era consciente de que no había pasado tanto tiempo a su lado para conocerlo a fondo. 

Y Vic, este sí, es un cielo de chico, un tanto extravagante, eso sí, pero en general le da ciertos toques de humor al argumento.

Y bueno, el problema para estos dos tórtolos viene cuando se descubre no el pastel, sino el pastelazo. Al parecer Lucas tiene sus propios secretos (Mmm… parece que Bianca no es la única que sabe jugar a decir mentiras) y con estos secretitos se arma el dos de mayo dejando Medianoche patas arriba. En definitiva, empiezan a ocurrir cosas raras en la Academia Medianoche que a simple vista nadie puede explicar… 

Mi madre sacudió la cabeza.

‒Cariño, ya sabes que hay cosas que la gente no tiene por qué saber.

‒Lucas no es como la mayoría de la gente.

Lo que yo sabía y ellos ignoraban era que Lucas ya tenía sus sospechas acerca de la Academia Medianoche. Era evidente que desconocía la verdad sobre la escuela‒ de otro modo jamás habría cruzado la puerta de la entrada‒, pero sabía que ocurría algo, que allí había algo más de lo que se veía a simple vista. Estaba orgullosa del fino instinto de Lucas, sin olvidar que, al mismo tiempo, eso mismo lo complicaba todo. 

Y a la pobre Bianca, que no tiene nada de inocente,  no se le ponen las cosas fáciles, la chica estará entre la espada y la pared la mayor parte del tiempo… Y eso por no hablar del mini triángulo amoroso que se va a liar. 

Sus dedos rozaron el fino tirante del vestido y este se escurrió de mi hombro y dejó a la vista la curvatura superior de mi pecho. Lucas dibujó con su pulgar una línea entre mi oreja y mi hombro. Deseé que no se detuviera, que me tocara como necesitaba que me tocaran. No pensaba racionalmente, de hecho apenas conseguía pensar. En aquel momento solo existía mi cuerpo y lo que me exigía. Sabía qué debía hacer aunque ni siquiera llegara a imaginarlo todavía. Lo sabía. 

Si es que dos chicos guapos son demasiados para alguien como Bianca, que algunas veces dan ganas de zarandearla y cogerla de los pelos…

En definitiva, Medianoche me atrapó de principio a fin, y no había momento en que yo no fuera con mi libro debajo del brazo esperando tener unos minutos para seguir devorándolo. Me encantó la forma en la que Claudia Gray nos cuenta esta peculiar historia y cómo podemos conocerla gracias a que es narrada en primera persona desde el punto de vista de Bianca.

No se me hizo para nada pesado, al contrario de lo que he podido leer en otras reseñas, para mí fue bastante fresca y dinámica (y digo esto sabiendo que voy a recibir muchas críticas por ello). Esta es la opinión que tengo desde que leí el libro por primera vez, y que no cambió cuando lo releí.

La nota que le doy es:

Hasta el envoltorio

En cuanto tenga un poco de tiempo haré las reseñas de los dos libros que siguen a este primero de Medianoche: Adicción y Despedida. Y sí, estoy deseando que llegue abril para leer el libro que pone punto y final a esta saga: Renacer. Me muero por saber cómo acaba esta historia de amor y “cosas” sobrenaturales.

Un besote a todos,

Claire