Reseña: De la copa a la tumba

Título: De la copa a la tumba

Autor: Carlos Puerto

Editorial: Everest

ISBN: 9788424180447

Año de publicación: 2009

Encuadernación: Tapa blanda con solapas

Número de páginas: 134

Sinopsis

Paulino y Engracia son una pareja dedicada al espectáculo de mentalismo (Eusapia y Pallatino son sus nombres artísticos). Se dirigen por carretera, a bordo de su vieja furgoneta, hacia las tierras navarras, donde Paulino pasó su infancia. En una curva, justo cuando los faros de la furgoneta se niegan a encenderse, a la hora del crepúsculo, les parece ver a una figura (una mujer de negro con guantes de encaje…) que ya conocen y que se desvanece tras el brusco frenazo de Paulino. Prosiguen su camino bajo un intenso aguacero y con la sensación de que el paraje es desconocido. Ven entonces un coche accidentado y rescatan de su interior a un personaje que no parece estar malherido. El personaje, que luego se presentará como Gentil de Miramamolín, les pide que le acerquen a su casa, llamada “El Edén”. Al alejarse del coche accidentado y en llamas, a Paulino le parece ver a la mujer de negro a lo lejos despidiéndose de ellos... 

Opinión personal

De la copa a la tumba es una novela corta, continuación de “Sesión de espiritismo”. 

Pero no os preocupéis, porque es de esas series en las que no es necesario haber leído el primero para disfrutar plenamente de los siguientes libros.

Si bien es verdad que hay algunos personajes (uno en concreto) que se nos presentan en la primera novela, en esta explican lo suficiente como para poder seguir la trama sin problemas.

Dicho esto, vamos con la reseña de esta misteriosa historia.

Paulino y Engracia, conocidos artísticamente como Eusapia & Palladino (en honor a Eusapia Palladino, una afamada espiritista) son dos trotamundos (aunque más bien habría que decir que son dos trota-España) que recorren con su apreciada tartana diferentes pueblos y ciudades para ofrecer su espectáculo de mentalismo, que no es otra cosa que eso: un espectáculo.

Consiguen  engatusar a su público con espectáculos donde revelan los entresijos de la mente humana, todo envuelto en un halo de misterio. 

Y, por supuesto, todo bien preparado y ensayado para que no salga mal.

Eusapia, nuestra médium, va a intentar que la mente de uno de ustedes se ponga en contacto con la suya. Es un experimento de gran riesgo para ella, pero no tenga temor el voluntario que se ofrezca para colaborar en el espectáculo…

 Paulino se dio cuenta de que acababa de meter un poco la pata. Aunque en privado mencionaban sus actuaciones como espectáculos, se había dado cuenta de que al hacerlo en público esta palabra, de alguna manera, lo abarataba.

Una tarde mientras van camino al pueblo navarro natal de Paulino para dar un espectáculo, les suceden cosas extrañas, y se encuentran con una antigua y conocida aparición: la dama de negro (que nos es presentada como una presencia que ya se dio a conocer a la pareja en el anterior libro y que les llevó a resolver un misterio).

Tras seguir con su camino después de dar un volantazo al ver a la dama de negro, se topan con un coche en llamas con un hombre inconsciente en su interior. Paulino y Engracia salen de la furgoneta para socorrerlo y el hombre, agradecido, les conduce hasta su finca: El Edén.

La finca resulta ser una imponente casona con las paredes, muebles y demás totalmente negros, como si hubiera sido pasto de las llamas. Allí Gentil Miramamolín, el hombre al que habían rescatado, les ofrece un suculento banquete de comida caliente (de esa que llevaban días sin probar nuestros protagonistas) y un excelente vino Rey de Reyes del 82.

Tras la cena, Gentil les ofrece una habitación para descansar hasta el día siguiente.

Cuando nuestros mentalistas se despiertan atacados por el hambre, descubren una especie de neblina sobre la cama (y que va a importunarles en la carretera varias veces) que solo desaparece tras abrir Engracia una de las ventanas de la habitación. Extrañados deciden ir a saludar al dueño de la casona, pero no lo encuentran por ningún lado, al igual que tampoco encuentran restos de la fastuosa cena de la noche anterior con los que llenarse el buche. 

La casona adquiere de repente el aspecto de estar abandonada.

El resto de la mansión permanecía igualmente silenciosa. Y los muros que de noche parecían de color negro, de día mostraban que sus orígenes no eran los de brocha y bote de pintura, sino que se semejaban al humo de algo que se había quemado […]

La mesa del comedor estaba completamente recogida, sin restos de la cena. Pero, eso sí, en el suelo se podía ver una botella vacía de vino: “Rey de Reyes, Gran Reserva del 82”.

Poco a poco irán conociendo a personajes (una pareja de hermanos albinos muy bajitos que acuden a su espectáculo y les pide ayuda, y un hombre con unos modales un tanto bruscos que exige sus servicios sin darles alternativa) que serán clave para la historia.

Además, al regresar sin saber cómo a El Edén, la pareja efectúa un horrible descubrimiento que guarda relación con un acontecimiento acaecido el uno de septiembre del 82, y que requiere de los poderes especiales (y de una sesión de espiritismo) de Paulino y Engracia para desvelar qué ocurrió y quién pudo estar implicado.

Y sí, he dicho poderes especiales.

¿No era todo un truco?, os preguntaréis.

Pues sí, en principio así era. Pero se nos desvela que en la primera novela y con la aparición de la dama de negro, la pareja descubre que no todo es cuestión de ensayo y preparación, y que hay algo más allá de eso que les hace experimentar todo tipo de situaciones fuera de lo normal.

Eusapia & Pallatino,

los secretos de la mente

al alcance de la gente.

Puntuación

Una novela ágil, interesante y de fácil lectura, ideal para pasar una tarde entretenida y misteriosa. Te deja con la ganas de saciar tu curiosidad por lo que pasó en el primer libro.

Si no hay nada más dulce... 

La única pega que encuentro son los numerosos errores de redacción, ortográficos y de sintáxis-semántica.

Necesita una nueva revisión por parte de los correctores.

¿Qué hay en esa barrica de vino?

¿Qué descubrirá nuestra pareja en esa sesión de espiritismo junto a los hermanos albinos y al hombre que ha requerido sus servicios?

¿Y dónde se ha metido Gentil Miramamolín?

¡El vino del loco es vino navarro,

y el vino navarro es el vino mejor,

lo ha dicho el obispo,

lo ha dicho el Papa

… y ahora lo ha dicho el mismísimo Dios!

Gracias a la editorial Everest.

Eso es todo.

Espero que la reseña os haya gustado y os pique la curiosidad por saber qué hay detrás de todo ese misterio que envuelve a El Edén.

Un besote y pasad un buen inicio de puente,